Osteopatía

¿Qué es?

La osteopatía pertenece al campo de las terapias corporales en las que el terapeuta utiliza sus manos para movilizar y recuperar al consultante. Es una técnica muy efectiva y con una larga tradición en otros países (Inglaterra, Francia, EEUU). Su objetivo es relajar la tensión muscular y restaurar la movilidad de las articulaciones para fortalecer los sistemas del organismo y recuperar la capacidad del cuerpo para mejorarse a sí mismo. Se basa en la interrelación de todos los sistemas del cuerpo, que trabajan conjuntamente, y por tanto los trastornos en un sistema pueden afectar el funcionamiento de los otros. Es, por tanto, una práctica de tipo holístico (El cuerpo es una unidad). Debido al estrés, malas posturas, gravedad y traumatismos, las articulaciones se bloquean, perdiendo movilidad y provocando contracturas musculares. El tratamiento, que se denomina manipulación osteopática, consiste en un sistema de técnicas prácticas orientadas a aliviar el dolor, restaurar funciones y promover la salud y el bienestar. Utiliza un amplio abanico de técnicas para devolver la armonía y el equilibrio que causan malestar e inhiben la recuperación. Según sus principios, por medio de la manipulación del sistema músculo-esquelético, se pueden mejorar las afecciones de órganos vitales o malestar ya que esta manipulación ayudaría a revitalizar el riego sanguíneo o devolver el grado de movilidad normal a la articulación dañada y por tanto a la mejora del consultante.

Principios de base

Las bases de la osteopatía fueron establecidas por el Dr. Still, en 1872. La concibió para estimular la capacidad de autosanación del cuerpo humano y enunció los principios básicos:

• Holismo (Unidad del cuerpo): El cuerpo funciona como una unidad, no como un conjunto de órganos. Como todo está relacionado, una lesión en una parte puede afectar a otra parte, incluso alejada. Además, para estar sano debemos presentar tanto equilibrio físico y bioquímico como mental. Cuerpo, mente, pasado vivido y medio ambiente (alimentos, aire) son parte de la misma salud.
• Automejora (Homeostasis): Es la facultad del cuerpo de autorregularse y mantener un equilibrio o estabilidad delante de las diferentes alteraciones que sufre el organismo. El cuerpo siempre busca su reparación, y posee los elementos precisos. Es necesario mantener las estructuras libres y móviles (linfática, nerviosa, vascular…) para favorecer esta automejora.
• Interrelación estructura/función: La estructura representa toda pieza o componente del cuerpo (huesos, ligamentos, fascias, músculos…) y la función es la actividad que realiza cada una de las partes (articular, digestiva, respiratoria…). Todas las estructuras que forman el edificio del cuerpo humano tienen una función. Cuando un disturbio de la estructura aparece, una función es alterada y al contrario una función alterada perturba la estructura.
• Ley de la arteria: La sangre es el medio de transporte de todos los elementos que permite asegurar una inmunidad natural. «Si la circulación sanguínea se efectúa normalmente, la enfermedad no puede desarrollarse, porque nuestra sangre lleva y transporta todos los elementos necesarios para que esto sea así». Una mala circulación llevará a que el retorno venoso se haga más despacio, cree éxtasis venoso y acumulación de toxinas.

Aplicaciones

Son bien conocidas, en general, las aplicaciones de la Osteopatía en el tratamiento de las dolencias de naturaleza espinal, y de la ayuda que presta en la resolución de dolores cervicales, lumbares, dorsales, tortícolis, contracturas y dolores de cabeza. Pero es igualmente eficaz en el tratamiento de otras dolencias relacionadas con las articulaciones, pinzamientos de nervios, luxaciones, problemas de ligamentos, artrosis, etc. Aún en el caso de patologías degenerativas, como la artrosis, la aplicación de técnicas osteopáticas supone una ganancia muy significativa en la calidad de vida de la persona que lo sufre. Así, entre otras aplicaciones tenemos:

• Lumbalgias, ciáticas, tortícolis.
• Cifosis y escoliosis
• Dolores musculares-ligamentosos. Pérdida de movilidad articular.
• Hernia discal (mejora la sintomatología).
• Cefaleas. Stress (mejora).
• Mareos (de origen cervical).
• Periartritis, epicondilitis (problemas de hombro, codo, muñeca).
• Dolor abdominal.
• Desórdenes digestivos.