EL COMERCIO JUSTO

El Comercio Justo, también llamado comercio alternativo o equitativo, es un movimiento internacional formado por organizaciones del Sur y del Norte, con el objetivo de mejorar el acceso al mercado de los productores más desfavorecidos aplicando unos criterios comerciales justos y solidarios, evitando las injustas reglas del comercio internacional convencional. Entre estos están:

• Salarios para una vida digna.
• No a la explotación infantil.
• Igualdad entre hombres y mujeres.
• Respeto al medio ambiente.
• Derechos laborales.
• Funcionamiento democrático.
• Destinar una parte de los beneficios de los productores a cubrir necesidades básicas de su comunidad.

La novedad del Comercio Justo es que las organizaciones del Norte colaboran con los grupos productores con recursos, prefinanciación y comercialización mediante la importación, distribución o venta directa al público, reduciendo sus márgenes para que le quede un mayor beneficio al productor.

Recientemente, las principales organizaciones de Comercio Justo a escala internacional han consensuado la siguiente definición:
“El Comercio Justo es una asociación de comercio, basada en el diálogo, la transparencia y el respeto, que busca una mayor equidad en el comercio internacional. Contribuye a un desarrollo sostenible ofreciendo mejores condiciones comerciales y asegurando los derechos de productores y trabajadores marginados, especialmente en el Sur. Las organizaciones de Comercio Justo, apoyadas por los consumidores, están implicadas activamente en apoyar a los productores, sensibilizar y desarrollar campañas para conseguir cambios en las reglas y prácticas del comercio internacional convencional.”

En las relaciones comerciales convencionales, el Norte marca las reglas del juego -competitividad y máximo beneficio a cualquier precio-, a costa de un Sur -fuente de materias primas y mano de obra barata- cada vez más empobrecido. Esto supone en muchos casos: explotación laboral, esclavitud, explotación infantil, discriminación de la mujer, salarios de miseria, condiciones de trabajo insalubres, destrucción de la naturaleza…

En el Comercio Justo, las relaciones comerciales no solo se basan en criterios económicos sino también sociales y ambientales. En los países del Sur, las comunidades más pobres se organizan para conseguir una vida digna. Forman cooperativas de campesinos, grupos de mujeres, artesanos, asociaciones de carácter social. Son los productores, el primer eslabón del Comercio Justo.

El eslabón intermedio son las organizaciones de Comercio Justo que trabajan con estos grupos, con el fin de abrir mercado a sus productos. 

Los consumidores somos el eslabón final que lo hace posible. Al utilizar con responsabilidad nuestro poder y valorar no sólo el precio de los productos, sino también las condiciones sociales y ecológicas en que se han fabricado, podemos decir NO a la explotación y contribuir a establecer relaciones comerciales más equitativas.

EVOLUCIÓN DEL COMERCIO JUSTO

Los inicios del comercio justo se sitúan en el año 1959 en el sur de Holanda, donde un grupo de jóvenes católicos formaron una organización llamada SOS Wereldhandel. En 1964 la ONU realizó la primera Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo, donde ya se reclamaban relaciones comerciales más equitativas. En 1969 se abrió la primera tienda de comercio justo en Breukelen (Holanda). A partir de entonces el número de tiendas fue creciendo al igual que el de organizaciones de comercio alternativo.

En 1990 se creó la EFTA (Asociación europea de Comercio Justo).

Actualmente en Europa hay más de 3000 tiendas de comercio justo y más de 45.000 puntos de venta. Más de 5 millones de personas del Sur se benefician directamente de este comercio.

El crecimiento de este movimiento ha ido acompañado de una cooperación y agrupación de organizaciones en diferentes niveles.

En España las organizaciones crearon la Coordinadora Estatal de organizaciones de Comercio Justo.

En Europa está la EFTA (Asociación europea de Comercio Justo) y con carácter mundial surgió la IFAT (Federación Internacional de Comercio Justo).

Los países europeos con mayor consumo por habitante de estos productos son Suiza, Holanda, Bélgica y Alemania.

CRITERIOS

Para definir mejor el concepto de este movimiento se establecieron una serie de criterios que afectan tanto a los productos, como a los productores y a las organizaciones de comercio alternativo (OCA).

Así, por ejemplo, con respecto a los productores tenemos:

• Los grupos productores procederán de colectivos registrados bajo forma de Asociaciones, Sociedades o cualquier forma de microempresa, dependiendo del tipo de objetivos y actividades que tengan como fin. 
• La estructura organizativa interna de los grupos productores debe ser participativa y democrática, evitando formas organizativas no representativas, de cargos estáticos o situaciones similares que impidan el desarrollo de los fines últimos del grupo productor. 
• Las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras deben ser dignas y no atentar contra la salud. 
• Los sueldos deben ser dignos e ir acordes con la realidad socioeconómica de la zona. 
• No se acepta bajo ningún concepto el trabajo infantil.
• Igualdad de salario entre hombres y mujeres que realicen el mismo trabajo.
• Parte del dinero obtenido debe invertirse en proyectos para la comunidad, en cualquier ámbito; escuelas, centros de salud, talleres, infraestructuras para la comunidad…
• El grupo productor debe estar dispuesto y ser capaz de ofrecer al comprador los detalles requeridos sobre los miembros productores, así como de compartir información sobre sus programas o proyectos dirigidos a la mejora de las condiciones de vida de las comunidades.

Con respecto a los productos:

• En el proceso de producción se incentivará la utilización de los recursos de la zona y tecnologías blandas no perjudiciales al medioambiente. En cuanto a la producción agrícola, se fomentará la que proceda de la agricultura ecológica. 
• El productor deberá ser capaz de ofrecer productos de calidad y de planificar su cantidad de producción y las fechas de entrega
• El productor garantizará que los productos suministrados confirmen la calidad y otras especificaciones que tuviera la muestra modelo.

En cuanto a las OCAs:

• Se ocuparán en particular de trabajar con organizaciones de países del Sur que atraviesen problemas especiales debido a su pobreza, prácticas discriminatorias y restricciones comerciales y que estén comprometidos en el apoyo de la participación y las necesidades de los trabajadores y trabajadoras, en especial, de las mujeres y de los grupos raciales o sociales que sufren discriminación, explotación u otras situaciones injustas. 
• Las Organizaciones de Comercio Justo trabajarán, prioritariamente, con grupos productores que estén involucrados en un proyecto social y/o de transformación socioeconómica. Estos grupos, además, deberán mostrar transparencia en su economía, siendo tarea de cada OCA conocer el destino de los beneficios de los productores.
• Tendrán que establecer relaciones comerciales ininterrumpidas y a largo plazo, que den estabilidad a los productores.
• Los acuerdos deben prefinanciarse, de forma que los productores tengan independencia financiera de los bancos.
• Deben ofrecer asesoramiento o ayuda en investigación, técnicas y formas de desarrollo del producto, formación empresarial, etc.

AVALES DE COMERCIO JUSTO

A finales de los años ochenta, dado el creciente desarrollo de las organizaciones importadores y de las tiendas, apareció la necesidad de un etiquetado que garantizase a los consumidores el cumplimiento de los criterios de comercio justo de los productos.

Surgieron así tres sellos de garantía:

• Max Havelaar. Nacido en los Países Bajos y extendido por Bélgica, Suiza, Francia y Dinamarca.
• Transfair: Iniciativa alemana, implantada también en Austria, Japón, Italia y Canadá.
• Fair Trade Mark. Surgida en Reino Unido

Actualmente están en vías de unificación.